El Ecuador resiste una situación caótica resultante de afluentes de la historia, el pretérito mediato y el actual interinazgo. Contener este caos por parte de los últimos que lo desataron en las jornadas de febrero luce poco probable.
La política simboliza el suelo donde se concibe la imaginación que el propio terruño moldea y luego la vida unge u olvida.
El 10 de agosto, el presidente Interino presentó el Informe a la Nación que daba cuenta del «mandato» y el período comprendido entre su ascenso y el 10 de Agosto de 1997.
Durante los últimos años se ha tramitado una nueva relación entre el Partido Social Cristiano, PSC, y la Democracia Popular, DP, expuesta tibiamente en estos días por sus autores y escandalosamente, por sus opositores.
La Constituyente surgió como consigna a comienzos de los años 90. Las razones tenían y tienen que ver con el agotamiento del Estado presidencialista deteriorado por las épocas y usos desde los orígenes de la República. Su ineficacia salta a primer plano ante la imposibilidad de materializar, proyectar y simbolizar plenamente los intereses de la…
La moral evoluciona con las necesidades y el fortalecimiento de la condición del desarrollo; sus preceptos, axiomas y significados cambian. Los valores se relativizan. Para el individuo, las sociedades y el poder, esos mandatos, sirven y se usan de distinta manera.
Es más que resultado de un pronunciamiento electoral, síntoma de explosión social.
En el transcurso de la evolución, la generación de dirigentes se podría circunscribir a dos extremos: la realidad y su simulacro. En el uno, el del ser real, se hallan los atributos que las épocas de exaltación imprimen a los hombres y en el otro, la apariencia vaciada con que se encubren épocas depresivas y…
La imaginación, uno de los mayores estímulos para los movimientos sociales, nunca logra la positividad de sus alcances si sus fantasmas pretenden substituir la naturaleza.
Corría febrero de 1956. Se llevaba a cabo el XX Congreso del PCUS. Jruschov (1894-1971) levantaba una bandera contra los «crímenes de Stalin» y ubicaba la desgracia en las nociones del poder implantado paulatinamente después de la muerte de Lenin (1870-1924).