La dolarización se impuso a Ecuador como política militar y no monetaria. No requirió reforma financiera ni transformación crediticia ni constitucional. Apenas, reconocimientos estériles sobre la pérdida de funciones del Banco Central.
La crisis de 1929 fue uno de los antecedentes de la Segunda Guerra Mundial. Países que enfrentaron esa depresión lo hicieron con menos nerviosismo que aquel con el que se vive esta crisis de 2002 iniciada a fines del siglo XX y que camina hacia otras guerras.
Cuatro momentos se juntan y tejen una sombra extensa y trascendente en los últimos dos mil años.
Comienzos del siglo XXI, caracteres nuevos del fenómeno de la globalización. La premonitoria guerra del Golfo (1991) coronó de laureles a Bush-padre que no advirtió la instauración de una cabeza militar a la globalización como lo haría Bush-hijo.
A comienzos de este siglo XXI, una fuerza del bien ha asumido la atribución de actuar contra el mal. Nada contrarresta su incontenible sed de justicia ni tan poderosa voluntad de acabar con los no competitivos, abundantes poblacionalmente. Estos excedentes se manifiestan como pueblos, culturas, economías, políticas, gobiernos, regiones, organizaciones, individuos.
La invención técnica y las armas siempre fueron referentes en el destino de naciones. Gestaron estadios en el desarrollo humano, reorganizaron pueblos, pensamientos y multitudes.
El historiador Paul Kennedy en su libro Auge y caída de las grandes potencias descubre en el sacrificio de recursos económicos por la supremacía militar una de las causas de decadencia de las grandes potencias. Su obra es advertencia premonitoria ante el costo que la administración norteamericana prevé para su propia “seguridad”.
La primera víctima de una guerra es la verdad, por pérdida de entendimiento de sus determinaciones, terror a fantasmas de coyuntura, pánico fabricado, fobias a lo desconocido, introversión en la identidad propia, repudio a otras identidades, refugio en dioses propios y satanización de los ajenos.
La adaptación bélica de organismos vivos para guerras previsibles creó y desarrolló armas biológicas, formas de bio-destrucción. Hito en la historia de la guerra que redescubre, independientemente de escudos y tecnologías, la vulnerabilidad humana.
La guerra del Golfo se inició con George Bush-padre y continúa con los movimientos militares ordenados por Bush-hijo. El espíritu de esta guerra es terminar con el mal, el terrorismo, rostro de tantas maldades. También gas y petróleo se transforman en terror.