Ante el atraso del Estado y la sociedad ecuatorianos, el poder tiene responsabilidad a pesar de la «inocencia» que reviste a cada uno de sus eslabones económicos y políticos.
La usura moderna cuenta con sus -también modernos- financistas, corredores de préstamos, intrigantes, jueces, escribanos, sirvientes, cocineros y cocheros de la banca.
La proforma del presupuesto general del Estado, presentada por el gobierno, es resultado de décadas de un ciclo especulativo del poder y sus representantes.
Ecuador en su corta evolución ha conocido los vaivenes de trascendentes exaltaciones y abismales caídas. Transitorias pasiones de dirigentes que representaron, a pesar de las circunstancias, la marcha hacia la voluntad colectiva.
El martes 20 de julio, sin confundirse con la protesta de indios y transportistas, el PSC logró, en la marcha que convocó, menguar y reorientar el descontento antigubernamental. El grito «Mahuad fuera» encontró un dique: «¡no vamos a permitirle que se vaya!».
Emerge una nueva fuerza social. Intermediaria en los procesos productivos, afectada por la política económica impuesta hace 20 años. Discriminada y menospreciada. Corresponde a transportistas y nuevas generaciones de los pueblos indios.
El Presidente Mahuad ha desgastado símbolos religiosos para someter la conciencia social. Cuando inició su descenso hacia la jefatura del Estado, lo hizo con el slogan Jamil es el camino.
Quedaron atrás reclamos reivindicativos y propuestas de un sector de las cámaras que se reconoce ligado a la producción. Este no ha formulado una política que pueda dirigir su disputa contra el aparato financiero-especulativo del Estado.
Un reclamo de racionalidad llama a resolver diferencias accediendo a los planteamientos tributarios del gobierno. Se contraponen a ese llamado, sectores diversos que convocan al cambio de intereses en la dirección del Estado.
Los planteamientos de las cámaras en Guayaquil invocan algunos cambios en la política económica que, al decir de sus exponentes, significarían salir de la depresión. Y es posible que así sea.