En los comienzos de la República, la administración del territorio fue centralizada para que exista la Patria. Esta palabra se habría pronunciado por primera vez durante la Revolución de las Alcabalas (1592-1593).
Ante el atraso del Estado y la sociedad ecuatorianos, el poder tiene responsabilidad a pesar de la «inocencia» que reviste a cada uno de sus eslabones económicos y políticos.
La usura moderna cuenta con sus -también modernos- financistas, corredores de préstamos, intrigantes, jueces, escribanos, sirvientes, cocineros y cocheros de la banca.
La forzada espectacularidad ofrecida a los discursos del 9 de Octubre en el Cabildo guayaquileño puso en evidencia juegos tácticos del poder «financiero» que en el pasado auspició parcialmente a Febres Cordero y, en el presente, abrumadoramente a Jamil Mahuad. Son los recursos de la misma política que ha permitido a un sector bancario usar…
El denominado Nuevo Orden Mundial ha cuestionado de manera violenta la organización económica, política e ideológica basada en el Estado y las economías nacionales. Se diría que ahí radican las dificultades que permanecen enraizadas en las ideas de esa antigua organización social.
La caducidad de la economía especulativa y el fin de sus ideas que protegen al viejo régimen, demanda construir un nuevo poder.
El Presidente Mahuad ha desgastado símbolos religiosos para someter la conciencia social. Cuando inició su descenso hacia la jefatura del Estado, lo hizo con el slogan Jamil es el camino.
El Derecho Penal siempre estuvo ligado a circunstancias ideológicas, activa la consolidación de los intereses que lo auspician, pertenece a la órbita de la subjetividad del poder e influye en el fanatismo colectivo.
La política es escenario en el que se correlacionan modificándose, integrándose, divergiendo o convergiendo los intereses de un país. Es instrumento de relaciones trascendentes que conforman Estados, naciones, procesos económicos, culturales, organizativos, sicológicos.
El tema está planteado hace muchos años. En Ecuador, también. El país debe discutir con amplitud y disposición a renovar sus concepciones.