En Ecuador se va imponiendo la doctrina y la práctica destinadas a «modernizar» el Estado hasta convertirlo en Estado ausente.
La construcción del oleoducto de crudos pesados involucra todos los aspectos de la vida social. La participación del Cuerpo de Ingenieros del Ejército (CIE) ha puesto en discusión el nuevo papel de las Fuerzas Armadas.
La fatal descomposición del aparato administrativo, la degradación del sistema político, económico, ideológico, esa estrategia tan vecina del Plan Colombia, la base de Manta engendran dudas sobre el destino de la nación y el Estado ecuatorianos.
El Plan Colombia fue concebido ante el choque de antagonismos reales por la conducción del Estado de la hermana república.
Ayer cumplí doce años en prisión, me dijo. Y extendió su mirada sin horizonte a través de la ventanilla del avión.
Se abisma más allá de la crisis económica. La pendiente cuestiona su existencia. Es inconmensurable la pérdida de recursos y condiciones de reproducción de su riqueza social. La pretendida soberanía agoniza anestesiada y premeditadamente.
Despachos de prensa para América Latina cubrieron las primeras planas: «¡Fraude!», «Fujimori camina hacia la ilegalidad». Fue la declaración de un portavoz del Departamento de Estado que «pidió no ser identificado».
El proceso electoral del 21 de mayo deja lecciones.
El 2 de mayo, diario El Universo publicó un despacho internacional, «EEUU advierte deterioro institucional en America Latina por desigualdad social». Informa que «según voceros del gobierno de los EE.UU., el peligro lo generan la creciente pobreza, la desigualdad, la ineficiencia de los regímenes y la corrupción».
La transición hacia una economía mundial descubre al FMI -constituido por representantes de diversos Estados, bajo la dirección del G-7 y, en última instancia, de Estados Unidos- en su absoluta obsolescencia, junto a organizaciones tales como el BM, BID, BAsD (Banco Asiático de Fomento).