POLÍTICA DEL PODER FINANCIERO

La Segunda Guerra Mundial concluyó de manera contradictoria: una trascendente victoria sobre el fascismo y la gestación de dos instrumentos de dominación, FMI y BM. Estos abandonarían en la práctica las adjetivaciones ‘internacional’ y ‘mundial’. Así sucedió la ‘nacionalización’ estadounidense y europea de aquellos Fondo y Banco. Quedaron las siglas.
América Latina conoce la imposición que sitió gradualmente el planeta. Renace la noción de Patria Grande. Estados nacionales del Sur han comenzado a actuar hacia una opción ineludible,
la integración. Parte de Europa y Asia promueven otra polaridad y redes de países se convocan a nivel mundial, tal el caso de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
UNIVERSALIDAD DEL CAPITALISMO

En 1989 ‘reapareció’ la unidad de la economía mundial. Con el surgimiento de aquella economía nace una tendencia hacia la superación de esas diferencias de evolución y un nuevo orden en el cual sectores obsoletos habrían de anticiparse a no morir, simultáneamente tienden a extinguirse culturas sin capacidad productiva ni tecnológico; generaciones obsoletas frente al avance científicotécnico sienten acabarse.
El destino humano se ha universalizado, no espera al porvenir que se suponía predestinado; percibe con mayor objetividad esta condición de la especie y encuentra su sino en la superación común.