A fines de este siglo XX, el crecimiento de la población aumenta durante una sola generación más de lo que antaño en 10, en 100 y, aún antes, en 1.000 generaciones.
Carlos León González propone hacer una historia económica distinta: un ciclo correspondiente a la Era del hombre del hidrocarburo, un tiempo que se acaba, Era que sucedió a las del carbón y del vapor, cuyas improntas serán siempre parte del espectro manifiesto en las dimensiones nacionales.
La consulta respecto de la Asamblea Constitucional es necesaria.
La idea de reconciliar la moral con la política es un anhelo antiguo. Si la política expresa siempre algún interés, su reconocimiento fluye de la condición moral que lo realiza.
El pensamiento mas elevado del siglo XIX descubrió en el delito una forma de protesta inconsciente del individuo aislado contra la sociedad. Esto hizo del delincuente un ámbito transparente en el que se pudo observar la totalidad social. Más aún hoy, cuando esa totalidad no se entiende en nombre de otra sino en el de…
El espíritu de un pueblo es la memoria de su evolución, memoria de los que nacen en la tempestad y se sienten obligados, cada vez que vuelve, a unir contrarios para que la Historia siga y se renueve. Alejandro Idrovo Rosales es de aquellos.
En Ecuador, el grupo financiero en el Poder disfruta del desconocimiento de su propia historia. Los políticos que lo representan son héroes de batallas libradas por sus esclavos, valerosos por la disposición al sacrificio de sus súbditos, populares por el anonadamiento al que han conducido a sus electores, son sordos de sí mismos y de…
A propósito de los informes del BID, Carlos Marichal afirmaba (Martes Económico, 4/5/94) que podría creerse que el tema de la deuda latinoamericana ha sido poco menos que superada, la realidad dista mucho de la apariencia (…) La pregunta que cabe es cuándo estallará la próxima crisis (…) Ello se debe fundamentalmente al aumento de…
Valorar la práctica en victorias y derrotas es una de las potencialidades del espíritu. Encarnan algo de Dios y de su humana tentativa. Son símbolos de extraña grandeza, idénticos entre sí. No suprimen el juego del ánimo, lo recrean, pues las derrotas son las dimensiones de las victorias, éxitos fugaces de un cazador de sueños…
En momentos patéticos de la democracia romana cupieron imaginariamente en las curules de los magistrados caballos en calidad de legisladores. Calígula designó senador a su hermoso corcel, urdiendo así, en su extrema libertad, el símbolo que nos legó.