La política exterior siempre proyecta la política interna. No obstante, en Ecuador responde directamente a sugerencias, presiones e intereses externos en lo territorial, económico, político y militar.
Las elecciones 2002 de Colombia muestran la decadencia de la organización social y el Estado colombianos. El triunfo de Álvaro Uribe Vélez hace visible la estrechez del régimen democrático y el carácter belicista de la todavía incipiente intervención militar extranjera.
A las condiciones en las que se inicia el proceso electoral 2002, se añade el pasado reciente. Momento en el cual el poder se resquebrajó y restableció para controlar la reacción social frente a la pérdida de soberanía del Estado y la estafa bancaria a la que fue sometida la nación.
El título es paráfrasis de la afirmación de Alain Touraine: La Argentina es un país que no existe. Afirmación que bien podría hacerse de la mayoría de Estados de América Latina, exceptuados Brasil, México, Cuba, Chile y los esfuerzos de Venezuela.
La presencia del Presidente Bush en Lima consolidó la política norteamericana en esta región.
La cohesión social siempre fue tarea de los pueblos. Y, a su manera, también de jefes que intermitentemente consolidan su jefatura subordinando a la colectividad mediante la puesta en escena de aterradoras fuerzas exhibidas en la ejecución de alguno de sus inculpados.
El ritmo de la evolución social generalmente se adelanta a ciertas palabras, denominaciones y lugares comunes que pierden su semántica originaria por esa mutación.
El Fondo ha modernizado sus funciones.
El golpe nació de la viciosa alianza de la comunidad financiera internacional con la banca especulativa, poder que se encarga de nombrar o echar, premiar o sancionar mandatarios y funcionarios.
Los atentados de terror en Nueva York aceleraron la militarización de la globalización comandada por la OTAN y el G-8 bajo la brújula de Estados Unidos. La hipotética aproximación entre Estados desarrollados y subdesarrollados se evidenció como un mito.